Es raro, muy raro, que suene el teléfono de mi casa. Es aún más extraño que suene cuando yo estoy (porque nunca estoy). Las pocas llamadas que recibo se deben a que prácticamente nadie tiene el número (no es mío sino de quien me renta el departamento), si acaso dos o tres personas que cuando me buscan lo hacen en mi celular.
Ayer, justo cuando llegaba y mientras me quitaba mi chamarra y me dejaba caer en la cama, entró una llamada. ¿Bueno?. . . ¿Bernardo?. . . sí, ¿quién habla? contesté extrañado tratando de reconocer la voz. Hola soy Malena, te llamo porque Amigo (para proteger identidades) está tomando un curso de manejo del enojo y nos dijo que podrías estar interesado en venir con nosotros. . . nuestro sistema bla bla bla. . .
Pensé que se trataba de una broma pero la formalidad con la que me hablaban al otro lado del teléfono me hizo notar que hablaba muy en serio. Perdón por interrumpirte, ¿me puedes repetir tu nombre?. Soy Malena. Malena, no estoy interesado en tu curso, te agradezco la llamada pero te voy a agradecer más que ¡NO VUELVAS A LLAMAR A ESTE NÚMERO!. . . Me reí varios minutos, no sé que habrá pensado la chica del centro de control del enojo y sinceramente me siento un poco apenado con ella pero. . . no pude evitar hacer la broma ante semejante oportunidad.
Hoy hablé con Amigo y le pregunté sus motivos para considerar que yo podría necesitar un curso así. Estaba preocupado por el evento ciclista de la semana pasada. . . nos reímos, le agradecí la preocupación y con la plática se me pasó preguntarle si el curso era como la película de Jack Nicholson y Ben Stiller, espero que no.
¿Cómo podría enojarme? si lo primero que veo en las mañanas es una jacaranda que casi se mete por mi ventana. Si el camino al trabajo lleva dos semanas pintado de morado y huele a esas flores lilas infinitas que no dejan de caer de mi árbol favorito para contrastar espectacularmente con el asfalto. Si la aceptaron y tengo hasta julio para corregirla. Si el Barcelona del Ajusco sigue invicto y no cree en nadie. Imposible. Así no puede uno estar de malas. Ya. . . tampoco se trata de hacerse el chingón y decir que todo brilla, aqui no es el Club de los Optimistas pero hay más para sonreir que para ponerse de mamón. En serio, ¿cómo podría estar de malas? si por fin es viernes.
Los Rolling Stones a todo. Aunque al final se corta un poco el video y el sonido no es el mejor. . .
Rolling Stones
"Let's Spend The Night Together"
Me gustaría mantener esa tranquilidad siempre.
ResponderBorrarEso es, porque estar enojados?
Un abrazo.
buenisimo Klein ...es asi las jacarandas llenan de felicidad a mi tambien me encanta ver la ciudad en lila!
ResponderBorrarme rei muchisimo con tu post ... mejor que la semana pasada no?
el Chino. . . un abrazo.
ResponderBorrarBren. . . que bonitas son verdad? =)
That´s the spirit my friend!
ResponderBorrarjajajaja A mi también me hacen feliz las jacarandas! y bueno que la tal Malena se vaya a la ....
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