martes, 21 de junio de 2011

MI JEFE

Supongo que es normal que en los primeros recuerdos que tengo de mi vida, los protagonistas sean mis papás.   Aprovechando que recién fue día del padre y que creo que no había escrito nada aqui sobre el mío antes, le quise dedicar unas letras y recordar varios de los momentos que afortunadamente hemos podido compartir.   Desde hace varios días estaba buscando la foto que acompaña al post de hoy, no quería escribir nada sin tenerla.

Seguro que no pasaría de los dos años, pero mi primer recuerdo se remite a cuando yo me quedaba esperando a que mi padre se quedara dormido porque me daban miedo sus ronquidos. . . me imaginaba que se convertía en un monstruo que igual podía levantarse en cualquier momento y devorarnos a todos.   No sé cómo terminó el asunto.   Un día mi mamá me preguntó por qué no quería dormirme, seguramente yo estaba cabeceando con los ojos a media asta como lo sigo haciendo ahora, y le conté que hasta que no dejara de gruñir godzilla, yo no me dormía.

A mi no me gustan los juegos de vértigo.   Nunca me han gustado.   Eso lo descubrimos él y yo al mismo tiempo cuando me subió a un tobogán acuático y yo le explicaba civilizadamente con patadas y gritos que no quería aventarme. . . me chingué.   Nos lanzamos y recuerdo muy bien sus carcajadas al oirme cambiar los "¡¡¡no!!!" por "¡¡¡yujuuuuuu papi!!!".

Los globos de cantoya que nos hizo a mis hermanos y a mi con papel periódico.   Las veces que me acompañó a buscar luciérnagas atrás de mi casa cuando todavía existían en la Ciudad de México.   Sus consejos deportivos tanto de futbol como de atletismo porque para uno y otro, no lo digo porque sea mi jefe, fue muy bueno.

Pero no sólo para los recuerdos bonitos, igual para los importantes.   No es que él me haya enseñado a leer, eso me lo enseñó mi mamá, pero él fue quien intentó con más o menos buenos resultados que yo me interesara en la lectura y se lo agradezco infinito al igual su gusto por hacer siempre deporte.   Desde niños él y mi mamá, cada uno a su manera, nos procuraron dar una buena escuela y nos animaron a estudiar.

No sé si yo sea lo que imaginó que sería su hijo, espero que sí, pero creo que está contento.   Aunque, haciendo un poco de memoria, hace unas semanas me dijo que hay una experiencia que le gustaría mucho que yo tuviera pronto. . .

- Oye ca. . .- Me dijo con la confianza con la que casi siempre me habla.
- ¿Qué pasó ca. . .?- Le respondí igual porque así nos llevamos.
- Me parece que deberías tener un hijo.   Me refiero a que me gustaría mucho que tuvieras pronto esa experiencia y así entenderías muchas cosas que creo todavía no terminas de comprender y saber.

No quise, tampoco pude porque no sería verdad, decirle que no quiero.   Pero algún día, no está en mi plan de ésta semana estar haciendo hijos, distinto es de practicar a hacerlos.   En fin, ahi medio pude decirle que le prometía que la mamá de sus nietos iba a ser una buena mujer.

- Sí, ya veremos.   Ojalá en un año o dos. 

Esperé dejar terminado el tema, pero me quise asegurar.

- ¡Hey! Ya no le pasen otra cerveza cuando se termine esa, por favor. 

¿Qué onda con esas preguntas? Estamos tomando tranquilos. . .

No nos vemos mucho, pero sabemos que nos amamos aunque no nos lo hayamos dicho muchas veces así con todas sus letras.

Siempre que oigo ésta canción y más cuando veo su video, me acuerdo de mi papá y aparece una sonrisa en mi rostro.

The Beatles
"Get Back"

martes, 14 de junio de 2011

CHUCHO RÍOS

Ha habido días similares a hoy, en que una parte de mi no se siente yo.   Me refiero a que una parte de Berna no se siente Berna y se cree incluso otra persona, que se parece. . . pero que no es.   Son los días en que me veo a mi mismo como Jesús Ríos, aunque termino por llamarme Chucho Ríos porque, aunque encabronado, me gusta hablarme con cariño.

Así ha sido hoy.   No tengo muchas ganas de nada más que de andar emputado y no reconocerme.   No sé por qué estoy escribiendo tampoco.   Ese punto intolerante que me da a veces en que no aguanto la hueva de algunos, que no tolero la pasividad de nadie.   Que me caigo mal por ser arquitecto y que no me importaría haber sido cualquier otra cosa (o casi, tengo mis límites) que me permitiera planear un poco mis tardes y mis noches.   Que no me haga pedirle una disculpa cada vez que salimos porque siempre llego tarde.   Que me deje leer a veces.   Que no me mate el sueño a la primera oportunidad.

En días como hoy, me ocupo de lo que no es importante y no me gusta.  Lo único que uno no puede permitirse es perder el estilo, siempre se corre el riesgo de quedar como un pendejo cuando se tiran pedradas para todos lados.

Ay pinche Chucho amargado y mamón. . .   Me cae mejor Berna, a ese wey sí le gusta ser arquitecto, le gusta mucho. . . la vida siempre se le viene fácil y anda así como si nada.   Aunque que desmadre. . . que puto desmadre se viene encima.

Con todo, me desperté cantando ésta rola y así estuve todo el día. . . qué raro, qué sorpresa, quién lo hubiera imaginado, casi no me gusta. . .

Los Rodríguez
"Sin Documentos"

viernes, 10 de junio de 2011