sábado, 4 de julio de 2009

UNA SONRISA

Tengo el recuerdo muy claro en mi mente de llegar a tu casa y entrar a tu cuarto. Ya nos conocíamos, pero no sé de cuánto tiempo. Estabas sentado en la duela con tu chamarra de piel negra, sintonizando tu radio y rodeado como siempre de todos esos carritos a los que te gustaba quitarles las ruedas para colocarlas en otros. Yo tenía un poco de miedo de acercarme, tanta seriedad asusta a cualquier niño de 4 años.

Estoy seguro que mi presencia no era bien recibida en esa recámara, mucho menos que quisiera tomar alguno de esos cochecitos mutilados y así me lo hizo saber tu mirada con esos ojitos que siempre me parecieron tan tiernos pero que ese día, en este primer recuerdo que tengo de tí, me dijeron que o soltaba tus cosas o me partías la madre.

Hoy que salía de mi casa, me acordé de tí. No sé por qué pero así fue y cuando recibí la noticia, supe que probablemente había sentido lo que para ese momento ya era un hecho. Estuve triste por un instante, pero cuando me enteré de que te habías ido con una sonrisa y así tan tranquilo, no pude más que alegrarme y saber que estás mejor que antes.

Así que te acompaño con otra sonrisa y te mando un beso a dónde sea que tenga que llegar. Seguramente lo estás escuchando por tu cuenta, una y otra vez. . . sé que te gusta y aqui te lo dejo.

Roberto Carlos
"Un Gato En La Oscuridad"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario