sábado, 20 de septiembre de 2008

LA MASA

Hay ocasiones en que es difícil entender el comportamiento de algunas personas. Hace algunos años, por éstas fechas, fui al concierto que Lenny Kravitz dió en el Estadio Azteca.

Por aquellos tiempos yo era un seguidor de su banda... un gran guitarrista, un bajo que cumplia, una excelente y muy sexy baterista comandados por una voz de miedo. Ese día llegamos temprano. Después de estar formados tres horas logramos entrar y mientras aguantábamos a Pink, nos pedimos una cerveza. ¿El ambiente? rockeron... fresa, mucha chamaquita que iba más a ver a Lenny (aunque no se supiera más que la canción del momento) y uno que otro conocedor de su música desde doce años atrás, o sea, yo...

Por fin la chica de rosado nombre, rosada cabellera y música barata terminó su participación y fue en ese preciso momento que empezó el rock... Algunos quisieron ver el concierto dos metros adelante y brincaron una malla que colocaron los organizadores por seguridad, para que nadie se fuera de hocico en un arranque de entusiasmo musical. Entonces aparecen los granaderos y con ellos las mentadas de madre... yo creo que ya están acostumbrados a los saludos a sus respectivas progenitoras porque ni se inmutaban mientras iban recibiendo los insultos como si les lanzaran flores. Y es aqui donde voy a hablar del pendejo, imbécil de proporciones monumentales, que sintiéndose protegido por la masa del público, pensó que sería buena idea lanzar su cerveza sobre uno de ellos... no es difícil imaginar cómo le fue pero igual lo voy a narrar. Antes un intermedio musical.

Lenny Kravitz
"It Ain't Over 'Til It's Over"


Aproximadamente unos... chingo de gorilas recetándole golpes a discreción al chico intrépido, otro tanto amagando al resto de los que teníamos ring side en la golpiza de la noche y entre los cuales no faltó el indignado por semejante muestra de salvajismo, por ejemplo, mi novia.

Mi situación en ese momento se volvió un poco más que complicada. Con mi brazo derecho trataba de sujetar a mi chica y echarla hacia arriba en las gradas, el izquierdo usado como escudo por si uno de los changos nos lanzaba un macanazo. Mi ojo derecho siguiendo lo que hacia mi novia, el izquierdo atento a lo que hacia el simio. Mis piernas tratando de sostener a mi cuerpo que a su vez ayudaba a mi brazo derecho a contener la furia de mi acompañante. Por unos segundos, o minutos que parecían horas, pensé que correría la misma suerte que el "valiente" de la cerveza. Por fortuna los granaderos se fueron mientras su costal humano trataba de ponerse de pie a la vez que buscaba los dientes perdidos en el piso, su novia lloraba desconsolada seguramente preguntándose qué es lo que hacia saliendo con un pendejo.

Yo me eché una discusión con el tigre furioso en el que se había convertido mi novia, ella decía que eran unos salvajes y yo le daba la razón sin lograrla hacer entender que de cualquier forma, el tipo se había ganado lo que le pasó. Nos enojamos un rato pero al final la musiquita nos ayudó a hacer las paces y pasarla chingón el resto de la noche. No se valía quedarse enojados, al día siguiente había playita...

Hoy son dos videos.

Lenny Kravitz
"If I could fall in love"

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